top of page
Buscar
  • Foto del escritorPunkeli

Nazca



Con 18 años German Massaguer (Aljucer, 1994) dejó Munich, la plantó, no quiso saber más de aquella ciudad, ni de sus estudios de matemática. Se encontraba en primero de carrera y puso rumbo a Perú. Seis meses dan para mucho si se tiene voluntad. Aterrizó en la casa de unos jesuitas en el distrito popular 'El Agustino', de la provincia de Lima. Se nutrió de lo que tenía a su alrededor y de quién tuviese a mano. Desconocía qué era Nazca: que si una palabra en una vasija de su casa, que si la ciudad peruana, que si el nombre de su calle... hasta que dio con las líneas de Nazca. Sea como fuere, aquel hallazgo tardío no fue determinante: quedó prendado igualmente por la sonoridad y juego de aquel topónimo desconocido. A Massaguer le parecía una palabra muy bonita y muy sugerente «porque está el subjuntivo "cuando nazca", pero yo siempre lo he visto como un "nazca usted" en imperativo».


Graduado en Humanidades por la Universidad Carlos III de Madrid, y estudiante del Máster 'Teoría y Crítica de la Cultura' del mismo centro, ahora mismo está embarcado en su proyecto personal . Parlanchín en las distancias cortas, más recatado en las medias, «¡hostia que puto cani!» es lo primero que dice cuando se ve en los primeros borradores de su video.


A los 18 años comenzó a componer sus canciones, cuando pasó del bajo a la guitarra. Lo hizo por «aburrimiento», ya que componer con el bajo le resultaba más complicado y tedioso. Desde entonces ha hecho tres álbumes —'Distilery' (2014), 'Nazca' (2015) y 'Canciones de lucha en vida y muerte' (2016)—, aunque no ha publicado ninguno, ni los ha subido a ninguna plataforma de internet. Eso en cuanto a álbumes. Si se le pregunta por canciones, responde que «canciones hay un montón, pero son canciones que se acaban abandonando».


Sus dos primeros álbumes fueron «más cañeros»: mamaron mucho de géneros como el grunge, el rock progresivo e incluso el reggae, además de grabarlos completamente en inglés. Esto él lo explica de la siguiente manera: «Hasta que no me fui a Latinoamérica era hater de la música en castellano, no me entraba por ningún lado». Sus estancias tanto en Perú (2013), como en México (2014-2016) fueron su acercamiento más contundente a la música en castellano, aproximación con la que terminó por dejarse seducir y salir de su obcecamiento. Con todo, fue con el proyecto 'Canciones de lucha en vida y muerte' con el que recurrió a su lengua materna: «A raíz de escuchar más y más música en castellano fue que ya me dije: en el fondo es mi idioma, voy a escribir cosas mucho más bonitas y voy a tener mucho más vocabulario».


Además del transvase de idioma, a partir del tercer álbum existe un cambio total en estilo para convertirse en lo que es ahora. Massaguer comenta que le cuesta mucho «definirlo», porque no llega a ser ni del todo pop, ni del todo rock, ya que a pesar de que en la mezcla final les añada percusión, bajo y piano, están pensadas para que se puedan tocar solo con guitarra y voz. «Música de cantautor puede ser, si eso es un estilo ¡Pero no Fran Perea, eh!» sentencia.





En la edición de sus trabajos su mayor aliado ha sido su hermano mayor Alfonso Massaguer (Murcia, 1992), quien se ha encargado de hacer la mezcla y edición final. Hablando de lo que ahora es Nazca, destaca por una guitarra española, con ritmos más latinos, donde se ha aventurado a acompañarlo de una poética propia. Uno de sus temas más recurrentes es la denuncia política «pero de una manera muy metafórica» ya que, según Massaguer, «si te pones a decir que sois todos unos hijos de puta no tiene tanta gracia, eso lo dejaría para el punk» sentencia.

65 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page